Este domingo El País publica un reportaje titulado "Los tomates ya no saben a nada", que explora las razones por las que tal cosa ocurre. El reportaje va acompañado de dos interesantes artículos de opinión ("La realidad de la alimentacion orgánica", de Daniel Ramón, y "La barbarie agroindustrial", de Jerónimo Aguado).
En contraste con el título pesimista del primero, la Gaceta publica otro mas triunfalista "España, a la cabeza de investigación genómica del tomate". Tanto triunfalismo, casi patriotismo diría yo (el articulo habla de los "tomates españoles"), huele a chamusquina cuando se trata de asuntos científicos. Un simple vistazo a la página del "International Tomato Sequencing Project" basta para convencerse de la modesta aportación española al conocimiento del genoma del tomate, inferior a la de otros países de nuestro entorno. Habrá que ponerse las pilas, porque nos quedamos sin tomates...
lunes, 17 de agosto de 2009
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